Puesto que todos los profesionales trabajan con máquinas que son capaces de estropear la madera como por ejemplo taladros o ganzúas, es muy fácil que puedan estropear de manera inconsciente el lugar sobre el que están trabajando, causando un problema al cliente puesto que le obliga también a arreglar la misma aparte de la cerradura.
Por eso evitar cualquier tipo de desperfecto tiene que ser una prioridad para un cerrajero profesional, máxime si se tiene en cuenta que la mayor parte de las puertas están fabricadas en madera pudiendo quedar marcas de manera muy sencilla o pudiendo rallar la superficie con las máquinas que normalmente se usan. Por todo ello es recomendable solicitar los servicios de un cerrajero profesional acreditado como lo son en https://www.cerrajeroslasmatas.net para asegurarse de que las puertas no van a sufrir ningún daño y evitar un gasto mayor de dinero.
Tanto si la puerta o ventana que se vaya a manipular es de acero, de madera o de otro material, hay que tener mucho cuidado al manipularla ya que para quitar una cerradura se necesita usar herramientas metálicas como martillos o taladros que pueden provocar daños si se usan de una manera incorrecta, ya sean de estética o de funcionamiento.
Si el cambio de la cerradura es provocado por un intento de robo y ha sido forzada la puerta, un profesional va a recomendar cambiar la puerta por completo en lugar de repararla ya que su estructura puede haber sido dañada y por tanto ya no tendrá la resistencia adecuada, poniendo en peligro por tanto a los habitantes de la vivienda.